jueves, 8 de diciembre de 2011

Desde pequeña me han enseñado a luchar por lo que uno quiere. A no rendirse nunca. Pero también me han enseñado a diferenciar la frontera entre luchar y arrastrarse. Quiero que tengas claro que sí, que yo he luchado mucho por ti, por los nuestros, por salvar esta relación, a pesar de saber que no llevaba a ninguna parte, a pesar de saber que acabaríamos mal, a pesar de saber que no cambiarías, a pesar de todo, he luchado siempre  por ti. Pero, hubo un día en el que me dí cuenta que había dejado de luchar por ti y que había empezado a arrastrarme. Y aunque me dí cuenta, pensé... ¿por qué no arrastrarme un poco más? Total, entre luchar por lo que uno quiere y arrastrarse por algo o alguien, tampoco tiene que haber mucha diferencia,¿no? Pues con el tiempo, yo misma me respondí. Sí, sí hay diferencia. La diferencia, es que tú luchas por alguien porque te merece la pena, porque sabes que de esa lucha, algo positivo vas a sacar. Pero, cuando ya no luchas, sino que te arrastras, llega un momento en el que deja de merecerte la pena, en el que te cansas, en el que te planteas dejarlo todo, en el que sabes, que por mucho que hagas ya nada bueno vas a conseguir... Y es justo en ese momento en el que yo decidí empezar a pasar de ti, cuando pasé de la lucha al arrastre, y cuando dejé de ver que merecía la pena.

1 comentario:

  1. Que triste es arrastrarse por alguien... me recuerda mucho a una amiga.
    Un beso muy fuerte

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