Prefiero discutir contigo que hacer el amor con otro. Me he dado cuenta de que si he de discutir con alguien, ese alguien deber de ser tú. Que aunque sean malos momentos, son nuestros malos momentos, que prefiero pasarlos contigo a estar divirtiéndome con otro. Pasan tan solo unos minutos y me empiezo a arrepentir de cada palabra, de cada mala manera; se me encoje el alma por el miedo a perderte. Y me trago el orgullo y toda la cobardía para sentarme junto a ti en silencio, que me cojas la mano y yo te susurre al oído un perdóname. Adoro las reconciliaciones, porque significan dos cosas: la primera, que hemos pasado un bache otra vez, y lo segundo, por la batalla de sonrisas, miradas, besos y cosquillas que vienen detrás.
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